Carricero Tordal

 

 

 

 

Acrocephalus arundinaceus 18,5 cm.

En junio, los múltiples ruidos que se escuchan en la charca revelan la intensa vida que late en ella. El discurso del Carricero Tordal, compuesto de frases cortas, de notas roncas y raspantes, alternado con notas agudas, domina esta cacofonía. Es un «carrac-carrac-carrac-kirri-kirri-kirri-crec-crec» que no parece producido por un ave, sino por un batracio.

En los grandes carrizales, este pájaro puede criar en buen número formando casi colonias, aunque cada macho defiende ruidosamente un territorio de unos cuantos metros, encaramado en lo alto de un tallo. Se observa entonces un pájaro bastante grueso, pardo uniforme, que recuerda un zorzal o un tordo.

La copa del nido está colgada de los carrizos. Se fija utilizando materiales que, empapados previamente para ablandarlos, se adhieren y endurecen al secarse. Cuando sopla un viento muy fuerte los huevos no se caen del nido, pues los sujeta un reborde interior.

Ave estival, el Carricero Tordal llega a España durante todo el mes de abril e inmediatamente se delata por su llamativo canto; en septiembre los carrizales enmudecen con la partida de las aves hacia África.

 

Identificación: Pardo-rojizo uniforme por encima; ceja clara; blanco-rojizo por debajo; pico pardo oscuro; patas gris azulado; sexos iguales. El píleo se le encrespa algo cuando está en alerta.

Nidificación: Nido, construido por la hembra, colgado de 3 ó 4 tallos de carrizo, de hierbas, hojas de carrizo y tallos recogidos en el agua; copa forrada de panículos de carrizo y de fibras vegetales; puesta, de mayo a junio, de 4 a 6 huevos azulados con manchas pardas o grises; incubación, principalmente por la hembra, de 13 a 15 días; los pollos, alimentados por ambos padres, abandonan el nido tras 12 días y vuelan a los 16.

Alimentación: Insectos; excepcionalmente batracios y pececillos.

Hábitat: Marismas y zonas palustres.

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