Cormorán Grande

 

 

 

 

Phalacrocorax carbo 90 cm.

Se dice que esta gran ave, voraz, de cuello reptiliano, puede engullir su propio peso en peces cada día. Profundamente hundida en el agua, con su largo pico oblicuamente erguido, se desliza sin esfuerzo, y, de repente, impulsada por sus amplios dedos palmeados y con las alas pegadas al cuerpo, se sumerge. Al volver a la superficie con el gaznate bien repleto, se levanta con pesadez volando mucho tiempo a ras de agua antes de tomar la altura necesaria para alcanzar su nido.

Este espectáculo que acabamos de describir se observa en nuestras regiones, donde el Cormorán Grande ya tiene una población nidificante de más de 40 parejas. Aparece principalmente en invierno, estableciéndose sobre todo en las costas, y también lo hace en abundancia en el interior. En los lagos y grandes embalses se posa en los postes que emergen de la superficie o en árboles que flotan en el agua, al igual que en los ríos y pequeños embalses.

En invierno el Cormorán Grande es un ave frecuente en nuestras costas y ríos. Entre estos invernantes nos llegan aves de dos subespecies que crían en otros puntos de Europa, la costera y la interior.

 

Identificación: Negro con verde lustroso y mancha facial blanca; pico ganchudo; en verano, mancha blanca en los muslos; postura enhiesta en tierra; sexos iguales.

Nidificación: Anida en colonias en acantilados, rocas planas o promontorios herbáceos, ocasionalmente en árboles del interior; ambos sexos hacen un montón de algas secas y ramas; pone, de abril a junio, normalmente de 3 a 4 huevos azulado pálido; incubación, alrededor de 29 días, por ambos sexos; los pollos, alimentados por ambos padres, abandonan el nido después de unas 4 semanas, volando tras unas 8 semanas.

Alimentación: Principalmente peces y ocasionalmente cangrejos.

Hábitat: Islotes rocosos y acantilados marinos.

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