Tarro Blanco
Tadorna tadorna 60 cm.
Los
tarros blancos son unas curiosas aves intermedias entre los gansos y los
patos. De tamaño relativamente grande y de constitución rechoncha, son
tanto terrestres como acuáticos. Antes de que las crías alcancen su
completo desarrollo, a la edad de ocho semanas, se organiza toda una
vida comunitaria. Los pollos son agrupados en «guarderías», bajo la
vigilancia de algunas hembras. Luego los adultos se reúnen, abandonan
sus proles y marchan a lugares tranquilos, donde mudan. Al igual que los
patos, los tarros pierden todas sus rémiges al mismo tiempo al mudar, y
no podrán volar hasta que les hayan crecido las nuevas. Entonces existe
un verdadero peligro para las aves y con el fin de sustraerse a la
acción de los predadores, los tarros blancos se reúnen en el mar, en
bancos de arena, en bandos de varios millares de individuos. El Tarro Blanco anida en la península
Ibérica, aunque es invernante, sobre todo de las costas, donde su vida
sigue al flujo y reflujo de las mareas. En pleamar descansa en la orilla
y al llegar la bajamar se precipita hacia las pozas que deja la marea en
busca de mejillones y cangrejos. Se observa también en pequeños bandos
en lagunas y embalses del interior. Nidificante esporádico.
Identificación:
Ambos sexos tienen plumaje blanco, negro y castaño rojizo; los adultos
presentan el pico rojo (el del macho con protuberancia en la base). Nidificación:
La hembra forra el nido, bien escondido, con hierba y plumón;
pone, de mayo a junio, de 8 a 14 huevos blanco crema; incubación,
alrededor de 30 días, sólo por la hembra; los pollos, alimentados por la
hembra, generalmente abandonan el nido al nacer, volando aproximadamente
a las 9 semanas; crían juntos a menudo. Alimentación:
Moluscos; pequeños cangrejos y camarones; insectos; pequeñas cantidades
de materia vegetal. Hábitat:
Mares, costas y estuarios. |