Pagaza Piconegra
Gelochelidon nilotica 35 cm.
La Pagaza Piconegra, reconocible por su pico negro y
robusto, es sin duda la menos marítima de las golondrinas de mar.
Raramente se la ve zambullirse para capturar peces. Prefiere la caza
terrestre. Con frecuencia estas aves se desplazan juntas sobre los
«limos» salobres, corriendo para atrapar gusanos, insectos y batracios,
o bien vuelan persiguiendo libélulas y mariposas.
Sus costumbres poco acuáticas, su aspecto bastante
pesado, sus patas altas, su pico fuerte y su cola corta y poco escotada
le brindan un cierto parecido con la Gaviota Reidora. Aunque es posible
observarla a veces en las costas o en las aguas continentales durante
sus migraciones, teme los rigores del invierno europeo y se traslada al
centro de África durante esa temporada. En España la Pagaza Piconegra cría en las costas
meridionales y orientales y, de modo irregular, en una serie de
localidades del interior. Desde hace varios años el ave ha colonizado
nuevas zonas, generalmente en puntos donde recientemente se han
construido embalses.
Identificación: Partes superiores gris ceniza; mejillas y partes inferiores blancas; capirote negro, en verano; blanco con manchas negras a los lados, en invierno; pico y patas negros; sexos iguales. Nidificación: Anida en colonias, en islotes arenosos o en bancos de barro con vegetación rala; nido en una ligera depresión, escasamente forrado con hierbajos; puesta, de abril a junio, de 2 a 4 huevos pardo amarillentos manchados de gris y de pardo oscuro; incubación, por ambos sexos, de unos 22 días; los pollos, nidífugos, vuelan tras 4 ó 5 semanas. Alimentación: Gusanos, insectos, lagartijas, ranas, huevos y pollos; pequeños roedores. Hábitat: Marismas y zonas palustres. |