Serreta Mediana

Mergus serrator

La Serreta Mediana Mergus serrator, mide 58 cm de longitud el macho y se identifica en seguida por el doble moño hirsuto que le sale del píleo y se prolonga por la nuca. Toda la cabeza es negra con un característico tono verdoso, collar blanco en el cuello, contrastado mucho con el pecho castaño claro. La espalda y la cola son negras y los flancos están rayados de gris, mostrando sobre ellos hacia adelante, una mancha blanca alargada muy conspicua. El largo y delgado pico y las patas son de vivo color rojo. Al volar las alas muestran un ancho espejuelo blanco cruzado por dos bandas negras y llevan el cuerpo muy estirado en línea con el cuello, distinguiéndose así bien de los somormujos, cuyo cuello va ligeramente más bajo que la horizontal del cuerpo. La hembra tiene la cabeza y parte lateral y posterior del cuello de color castaño no muy intenso, difuminándose cuanto más abajo. La garganta y parte delantera del cuello son blancas. El dorso y flancos pardo grisáceos. El color rojo del pico y las patas es menos brillante que en los machos.

Esta serreta se reproduce en Islandia, Irlanda, Escocia (no escasa), Escandinavia y costas del Mar Báltico (Dinamarca, Alemania, Polonia y Rusia), alcanzando hasta el extremo oriental de Siberia donde parece ser muy abundante. A Iberia llega en invierno en regular cantidad todos los años y las costas españolas y portuguesas albergan una no pequeña población, sobre todo a partir del mes de octubre llegando en buen número al Mediterráneo donde es vista generalmente en las costas y lagunejas litorales de Argelia y Túnez. Frecuenta albuferas, rías y estuarios de nuestra Península y es de costumbres muy marinas viéndosela a veces lejos de la costa en bandos formados por un número no precisamente exiguo de serretas. En Finlandia se estima su población en 10-15.000 parejas reproductoras. Bernis señala para Escocia una población en aumento y allí se le colocan cajas anideras que este pato adopta con relativa facilidad. Ha habido pocos anillamientos que pudieran proporcionar recuperaciones y así determinar con exactitud de donde provienen las serretas que se ven invernando en nuestro litoral. Bernis sostiene que probablemente las que se observan aquí procedan del norte de Rusia, Escandinavia y quizá alguna de origen islandés.

En el censo de aves acuáticas realizado en enero de 1972 en la Península Ibérica los resultados fueron muy variables. En el Delta del Ebro se observaron sólo 8 y en febrero del mismo año en la Bahía de los Alfaques había 32, En el Mar Menor de Murcia más de 200 y en ia Albufera de Alcudia 2. En diciembre de 1971 en el Mar Menor había 400. Cantidades apreciables se ven en las Rías Bajas gallegas donde es frecuente y regular. El Grupo Ornitológico gallego censó allí 110 en enero de 1975, pero esta cifra es baja para la cantidad que realmente debe invernar cerca de las ría. Castroviejo vio 217 en enero de 1969 en la Ría de Villagarcía. En la costa Cantábrica no falta ningún invierno, aunque pase desapercibida. No para algunos que la cazaban desde embarcaciones a motor. En la costa asturiana la conocen con los nombres de «coriu sierra y «pitorro». En las Marismas del Guadalquivir se han observado ocasionalmente bandos numerosos (300 aves). En el Delta del Ebro en el invierno de 1973-74 Muntaner et al. contaron 49 serretas medianas. Maluquer (1971) cita varias observaciones primaverales en el Delta del Ebro tan tarde como el 15 de mayo de 1968. En esa fecha Mestre y Jacas observaron un grupo de tres ejemplares. Una hembra fue vista en el embalse de Foix (Barcelona) por Mestre en abril de 1966. Quizá en todos los casos se trataría de migrantes retrasados.