Esmerejón     

Falco columbarius

El más pequeño de los halcones europeos es el Esmerejón Falco columbarius. Esta minúscula ave de presa en la que el macho es del tamaño de un Mirlo común no se reproduce en la Península Ibérica y su habitat en Europa es netamente circumpolar, extendiéndose por las Islas Británicas, Faeroë, Islandia, Escandinavia y a través de Rusia hasta Siberia. La mayor parte de la población más norteña inverna al Sur por Europa central, siendo los esmerejones británicos los más sedentarios, pero alcanzando algunos los campos franceses. D. W. Snow estima la población en Gran Bretaña como escasa. En realidad la densidad que alcanza en todos sitios es relativamente baja.

Los machos tienen el plumaje de la cabeza de color gris pizarra rayado de negro, con las cejas y la frente amarillentas o blancuzcas y les falta la bigotera de otros halcones. La nuca es de color pardo rojiza rayada de negro y el resto de las partes superiores gris azuladas, algo más pálidas en el obispillo o rabadilla. La cola gris tiene una banda ancha subterminal negruzca y más arriba otras dos oscuras, a menudo incompletas. Las puntas de las rectrices son gris claro o blanquecinas y es éste un detalle muy visible. Las partes inferiores son pardo rojizas rayadas longitudinalmente de negro o marrón, a veces con manchas oscuras en forma de gotas. La cola por debajo es gris con bandas oscuras.

Las hembras son marrones por encima, rayadas de negro y tienen la cola pardo rojiza con bandas más oscuras.

Muchos esmerejones alcanzan la Península Ibérica a partir del mes de septiembre y nuestros campos son el lugar de invernada de una notable población europea. W. Tait señala que en Portugal este pájaro es un visitante invernal que no resulta raro en las cercanías de Oporto y en otros lugares del país. Probablemente, estima Bannerman, es más numeroso en el Sur portugués, lo que no parece probable y sí en cambio en los estuarios del Tajo y Sado y en las marismas de Aveiro que constituyen un biotopo con frecuencia visitado por este pájaro. La captura en Portugal de esmerejones se registra desde noviembre a marzo.

En España algunos ya se ven en el mes de agosto, pero estas observaciones son excepcionales.

En la Península Ibérica se les ve en otoño e invierno solitarios o excepcionalmente en parejas, cazando en campo abierto después de que su llegada en las provincias norteñas del Cantábrico, Navarra y Cataluña ha sido muy notoria. En la práctica los esmerejones se reparten por toda Iberia para invernar, marchando en marzo y siendo ya muy escasos en abril. En Guipúzcoa se le ve volar hacia el Norte cuando pasan los pinzones Fringilla coelebs y Fringilla montifringilla y los lúganos Carduelis spinus, en especial en el mes de marzo que es la época en que se registra casi todo el paso de estos fringílidos. En Rentería (Guipúzcoa) se capturó un Esmerejón un 6 de agosto, lo que es un dato realmente excepcional, pero que confirma una rápida dispersión posgenerativa de la especie. En la misma provincia se recuperó uno, anillado inglés, en Asteasu en el mes de octubre. En Santander y Asturias era, hasta hace pocos años, una pieza de caza tan conocida y frecuente como el Cernícalo Falco tinnunculus, con el que muchos lo confundían.

Su llegada a Iberia coincide con la presencia de ingentes cantidades de Bisbita común Anthus pratensis que inverna profusamente por los campos, en especial en el Norte, contribuyendo a su alimentación, ya que en observaciones de ataques presenciados a pequeños pájaros lo fueron en el 90% a esa especie y sólo unos pocos a mosquiteros comunes Phylloscopus collybita.

Bernis estima que muy pocos esmerejones pueden alcanzar el norte de Africa y cita la captura de varios anillados en Europa y que fueron recuperados en Iberia. Así, dos esmerejones anillados como pollos en julio en el extremo norte de Suecia uno, y, otro en la misma latitud noruega se capturaron respectivamente en Navarra y Burgos. Igualmente otra ave sueca anillada en julio como pollo se recuperó en Logroño al cabo de más de un año. También en Valencia se registran dos recuperaciones. Una de un Esmerejón anillado al paso por Francia y otro que había sido anillado como pollo en el extremo sur de Noruega.