Golondrina Dáurica

 

 

 

 

Cecropis daurica 18 cm.

Bajo algunos de los puentecillos que salvan un arroyo en la zona centro de España se puede encontrar un curioso nido de barro, en forma de globo, con una entrada tubular, siempre adosado a la bóveda del puente, en el que entra y sale una pareja de aves: son golondrinas dáuricas.

Hace una treintena de años era muy raro ver una de estas golondrinas en nuestro país, pero hoy se han establecido en número regular en gran parte de él, aunque manteniendo su carácter solitario y la costumbre de acercarse poco a las poblaciones y edificios. Su carácter arisco y poco sociable se suaviza tras la reproducción, cuando se reúnen en pequeños bandos que vagabundean antes de partir a los países de invernada.

Nidificante estival en España y Baleares, suele aparecer durante los meses de marzo y abril, cada año en nuevas zonas y en mayor abundancia. Cría más tardía que la común y localizada desigualmente, prefiriendo según la época las zonas serranas o estableciéndose también en la llanura. La migración otoñal se efectúa en los meses de septiembre y octubre.

 

Identificación: Algo menor que la Golondrina Común; presenta obispillo de color ocráceo ligeramente alargado, lista ocular y nuca acastañadas; por encima, píleo y dorso azul oscuro, por debajo rosáceo con garganta pálida; cola ahorquillada, más corta que en la común, sin manchas blancas; sexos iguales.

Nidificación: Ambos sexos construyen un nido cerrado de barro con entrada tabular, revestido con hierbas secas y plumas, en acantilados, cornisas, edificios y pequeños puentes; puesta, de abril a junio, de 3 a 6 huevos blanco puro; incubación de unos 14 a 16 días; los pollos, alimentados por ambos sexos, abandonan el nido sobre los 20 días; dos crías.

Alimentación: Insectos capturados al vuelo.

Hábitat: Montañas y riscos.

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