Escribano Nival

 

 

 

 

Plectrophenax nivalis 15,5-17 cm.

No es difícil cuando después de un temporal en el Cantábrico, se sale a pasear cerca de la playa, para disfrutar del sol que nos ha faltado, ver picotear por las hierbas unos pajarillos, que al asustarse a nuestro paso levantan el vuelo y nos llama la atención la blancura de sus alas. Son escribanos nivales, pájaros que han criado casi en la zona polar y que cuando llega el invierno, como muchos de sus congéneres, tienen que abandonar su tierra de nacimiento, para poder subsistir. Son visitantes regulares de nuestras costas del norte y no suelen pasar al centro de la península, y solo en contadas ocasiones se han visto en otros lugares. Su lugar de invernada normal es la costa inglesa y algunas parejas muy pocas anidan allí. Los meses que más se dejan ver son los de noviembre a enero, siendo su plumaje en esta época bastante pardo, contrastando con la temporada de cría que casi es blanco total. Su única confusión si es que puede haberla, es con el Gorrión Alpino.

 

Identificación: Los escribanos nivales que podemos ver en la península, son de un color marrón claro por encima y blanco en general por abajo, al volar muestra unas franjas alares blancas y parte de la cola y obispillo, Tiene unos marcados auriculares marrones. En época de cría, en verano, son prácticamente blancos, cabeza, cuello, pecho y partes inferiores blancas el dorso y parte de la cola es negro. La hembra en verano, no tan blanca y partes más parda..

Nidificación: La hembra construye el nido de hierbas secas y musgo forrado de pelo y plumas; pone a finales de mayo y principios de junio, de 4 a 6 huevos blanco-amarillento con manchas de diversos colores; la incubación dura unos 13 días solo por la hembra; el cuidado por ambos padres hace que vuelen sobre los 11 días; ocasionalmente dos crías.

Alimentación: Granos, semillas; pequeños insectos, sobre todo en verano y para cebar a los pollos.

Hábitat: Playas y costas.

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