Cigüeña Negra

 

 

 

 

Ciconia nigra 1 m.

Menos popular que la Cigüeña Blanca por sus costumbres solitarias y su escasez, la negra es un ave típicamente serrana y montaraz. Las peculiaridades de su biología la han reducido en la actualidad a las más apartadas zonas de nuestra geografía, que por un lado son las menos habitadas, y por otro, les proporcionan los lugares especiales que necesitan para anidar: densos bosques de robles, alcornoques o pinos y, en zonas deforestadas, grandes cantiles poco accesibles. En cualquiera de ambos biotopos, es fundamental la proximidad de abundantes aguas, ya sean cursos fluviales, charcas o embalses artificiales.

En su zona de cría, las cigüeñas negras aparecen durante los meses de febrero y marzo. Las parejas, probablemente unidas durante la mayor parte del año, efectúan largos vuelos nupciales.

Terminada la reproducción, las aves abandonan las zonas de cría y se concentran en grupos numerosos, en algunas zonas favorables que usa como dormideros.

 

Identificación: Forma y tamaño parecidos a los de la Cigüeña Blanca, de la que se diferencia por su plumaje negro lustroso en el que destacan las partes inferiores blancas; jóvenes con plumas de la cabeza, cuello y buche pardo mate, con puntas claras; por encima, pardo oscuro casi sin reflejos; sexos iguales.

Nidificación: Ocupa nidos de años anteriores o ambos sexos construyen un voluminoso nido de ramas con materiales locales, forrado delicadamente con musgos, hierbas verdes y gramíneas, en alcornoques, robles, pinos y más frecuentemente en cornisas de acantilados, cerca siempre del agua; puesta, de abril a junio, de 3 a 5 huevos blancos; incubación, por ambos sexos, 38 a 42 días; los pollos, alimentados por los dos padres, dejan el nido a los 65-70 días.

Alimentación: Peces, culebras de agua, ranas, ratas de agua; insectos, como escarabajos, hemípteros y libélulas; alguna materia vegetal.

Hábitat: Monte bravío

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