Torcecuello Euroasiático

 

 

 

 

Jynx torquilla 16 cm.

El «que-que-que» nasal y monocorde del Torcecuello Euroasiático es uno de los cantos que anuncian el mes de abril. Cuando descubren un emplazamiento favorable, los torcecuellos se adueñan de él, expulsando a los pequeños pájaros que se hubieran instalado antes.

Los torcecuellos, aunque pertenecen al grupo de los picos, no agujerean los árboles para obtener alimento ni para instalar el nido; en lugar de ello, utilizan su larga y rápida lengua para extraer insectos de la corteza.

Cuando el torcecuello justifica mejor su nombre es cuando se le sorprende en el nido. Eriza entonces las plumas de la cabeza encuadrando con ellas los ojos, de una manera extraña, mientras que el cuello gira lentamente, estirándose y encogiéndose; al tiempo, el ave silba como una culebra encolerizada. Esta mímica asusta sin duda a muchas aves cavernícolas, ya que les recuerda a sus enemigos hereditarios, las serpientes predadoras de huevos. Los torcecuellos desaparecen a finales de verano, migrando de noche hasta los trópicos.

Es ave propia de la mitad septentrional de la Península, donde se comporta como estival, mientras que en la mitad sur se ve principalmente en paso. Una pequeña cantidad de aves se observa en invierno en ambas zonas, al igual que en Baleares, donde es probable que nidifique.

 

Identificación: Esbelto; plumaje pardo grisáceo, moteado por encima y barrado por debajo; se diferencia del agateador por su mayor tamaño, cola más larga y pico recto; retuerce la cabeza de forma característica; voz típica; sexos iguales.

Nidificación: Nidos en agujeros ya existentes, sin material de forro; puesta, mayo, usualmente de 7 a 10 huevos blancuzcos; incubación, alrededor de 12 días, principalmente por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido tras unos 20 días; a veces una segunda cría.

Alimentación: Principalmente hormigas y sus larvas; también escarabajos, polillas y arañas.

Hábitat: Parques y jardines.

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