Fulmar Boreal

Fulmarus glacialis

 

Muy parecido a las gaviotas y que puede originar confusión en su identificación para un observador casual, es el Fulmar Boreal Fulmarus glacialis, ave de contextura compacta que tiene un tamaño un poco menor que la Gaviota Argéntea Europea Larus argentatus, pero que es tan fuerte como ella, con la cabeza grande, cuello grueso y cola corta. El plumaje es notablemente esponjoso, recordando mucho al de la Gaviota Tridáctila Rissa tridactyla, propio indudablemente de pájaros que habitan en los mares nórdicos, donde este Fulmar Boreal es el ave marina más abundante.

En el vuelo, las alas son fuertes, rectas y muy rígidas. La cabeza, cuello y partes inferiores son de color blanco puro, pero el dorso de las alas es gris pálido brillante. Algunos que habitan zonas más al norte, en pleno Círculo Polar, tienen el plumaje gris pálido en casi todo el cuerpo. Las primarias de las alas son más oscuras. Las patas varían mucho de color, amarillas, verdosas, e incluso gris azuladas. El pico es su característica más llamativa, siendo corto, fuerte y ganchudo y con la tuberosidad nasal muy desarrollada, que es dato fundamental para su identificación. El color de este raro y abultado pico es variado, pero normalmente su extremo es amarillo.

Esta especie es mucho más marina que la gaviota y frecuenta poco las costas; con gran dificultad para moverse en tierra, está casi siempre el Fulmar sentado sobre los tarsos. Nada boyantemente y se alimenta de desperdicios y restos de pescado que flotan en el mar, pero fundamentalmente de zooplancton, aunque es muy probable que coma también otra clase de organismos marinos.

El aumento de desperdicios que se arrojan al mar, probablemente tenga mucha influencia en su expansión hacia el Sur, que ha sido verdaderamente espectacular, sobre todo en Gran Bretaña, donde las colonias de cría llegan ahora hasta el Sur del país. Las más cercanas a Iberia están situadas en la Bretaña francesa y no debe estar lejano el día en que la primera pareja reproductora sea descubierta en las costas cantábricas. Ahora se ven ya numerosos individuos de esta especie cerca de las costas cántabro-atlánticas y en el Golfo de Vizcaya las capturas por los pescadores son ya comunes. Incluso existe una rara captura de un Fulmar Boreal en Santiago de Compostela, en enero de 1959. Se reproduce en acantilados y cuanto más altos son éstos, mayores son las colonias. Se calculan ahora las parejas anidando en Gran Bretaña y en Islandia en varios cientos de miles y la expansión continúa, a pesar de que este pájaro, como otras especies, pone un solo huevo y no es capaz de reproducirse antes del cuarto año de vida. Su longevidad es grande y tiene pocos enemigos con su régimen pelágico durante la mayor parte del año. Muy aniIlado en sus colonias de cría, se han registrado ya varias capturas frente a las costas cantábricas de Guipúzcoa, Vizcaya y Lugo.

Probablemente en su aumento tenga influencia el que hace años era objeto por los isleños de Escocia de una gran depredación, recogiendo ingentes cantidades de huevos y de adultos que eran usados en la alimentación humana, utilizando para ello procedimientos de conservación que hoy un mayor nivel de vida en aquellas pobres latitudes, ha desterrado casi por completo.