Ganga Ortega

 

 

 

 

Pterocles orientalis 35 cm.

Un bando de aves de rápido aleteo, de alas y cola afiladas, cruza la llanura sobre los pastizales; su vientre negro, visible incluso de lejos, las identifica como gangas ortegas. Esta especie prefiere terrenos bastante abiertos, desde zonas marismeñas a veces encharcadas a lugares esteparios o salobres, pasando por campos boscosos, encinares y extensiones de matorrales.

Se emparejan en primavera, pero, sin embargo, tardan algún tiempo en comenzar la reproducción, después de un cortejo nupcial en el que el macho persigue a la hembra dando vueltas a su alrededor hasta que ésta se posa.

Son capaces de beber agua bastante salobre, y la piel de su abdomen, protegida por un plumaje recio, está separada de la musculatura ventral por una cámara de aire que sirve de aislante térmico y les permite echarse durante mucho tiempo en terrenos recalentados.

En España estas aves son sedentarias, aunque efectúan movimientos trashumantes, aparte sus diarios desplazamientos a los bebederos.

 

Identificación: Mayor que la Ganga Ibérica, de la que se distingue por cola más corta y vientre llamativamente negro; macho, por encima grisáceo anaranjado con pintas amarillentas; mancha negra en garganta castaña y pecho con estrecha banda negra; la hembra, moteada en cabeza y dorso, tiene pecho rojizo acastañado punteado de negro.

Nidificación: Anida en el suelo; una pequeña depresión le sirve de nido, que forra con hierbecillas en terrenos abiertos, áridos o pedregosos; pone, de abril a junio, de 2 a 3 huevos ante crema pálida con débiles manchas del rojizo al pardo superpuestas a otras gris ceniza; incubación, por ambos sexos, de unos 24 días; los pollos nidífugos, son alimentados por los dos padres.

Alimentación: Semillas de hierbas esteparias; algunos insectos; bebe regularmente incluso agua salobre.

Hábitat: Matorrales y campos baldíos.

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