Focha Moruna

 

 

 

 

Fulica cristata 41 cm.

La «gallareta crestellada», como se conoce en las marismas andaluzas a la Focha Moruna, es muy parecida a la común, pues aparte de pequeños detalles, sólo se distingue por dos protuberancias rojas que rematan la placa frontal blanca.

La población española habita el mismo biotopo que la Focha Común, es decir, masas de agua con abundante vegetación palustre en las orillas; pero la especie es de costumbres mucho más discreta, más ariscas y generalmente muy difícil de contemplar en sitio abierto, teniendo que contenerse el observador con oír su reclamo característico, que consiste en un «u-uh» semejante a un gemido débil, bastante diferente y menos resonante que el grito de la Focha Común.

Anida preferentemente en corros de carrizos en cuyos claros se pueden ver con menos dificultad; los nidos y puestas son muy semejantes a los de la Focha Común. Cuando termina la reproducción extienden su área, dispersándose por las masas de agua cercanas y mezclándose con los grandes bandos de Comunes que se apelotonan en ellas.

 

Identificación: Algo mayor que la Focha Común, a la que se parece mucho, distinguiéndose de cerca por tener dos protuberancias rojas sobre el escudete frontal, que es de color blanco azulado, y por carecer de zonas blancas en las alas; patas gris azuladas y no verdes; voz característica; jóvenes sin protuberancia; sexos iguales.

Nidificación: Nido, construido por ambos padres con carrizos, flotante en aguas de mediana profundidad y situado en corros de vegetación palustre; puesta, de abril a junio, de 4 a 6 huevos opcre-grisáceos con puntos negros o pardo-rojizos; incubación, de unos 20 a 22 días; pollos nidífugos como los de la Común.

Alimentación: Tallos y raíces de plantas acuáticas; semillas y granos; insectos acuáticos.

Hábitat: Marismas y zonas palustres.

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