Chorlitejo Chico

 

 

Chorlitejo Grande

 

 

 

 

Charadrius hiaticula 19 cm.

 

Mientras trota con pequeños pasos apresurados, el Chorlitejo Grande se para con frecuencia para inspeccionar el suelo con sus gruesos ojos redondos de chorlito.

No frecuenta un medio determinado, aunque evita las grandes playas arenosas e interminables. Las calas donde, con la bajamar, se descubren zonas de pecina entre las rocas cubiertas de algas, los grandes estuarios o las bahías, son los preferidos de esta especie, que, al contrario de los correlimos, no se reúne en grandes bandos, sino que se dispersa por la costa en pequeñas partidas. En la época de paso, aparece con frecuencia en el interior, buscando las orillas de las lagunas semisecas o las marismas de vegetación somera. En estas condiciones se la ve asociada a otros muchos limícolas, tales como chorlitejos, correlimos y archibebes, siendo siempre una de las más comunes en las costas.

Como muchas otras aves que se reproducen en condiciones similares, el Chorlitejo Grande están muy amenazadas por la invasión humana de sus lugares de nidificación: las playas arenosas.

 

Identificación: Collar negro; el diseño de la cabeza es blanco y negro; adulto, patas y base del pico anaranjados, extremo del pico negro; se diferencia del Chorlitejo Chico por su mayor tamaño y, en vuelo, por la visible franja alar; sexos iguales.

Nidificación: El macho hace depresión en el suelo pelado o pequeña cespedera; la hembra coloca forro de guijarros, conchas o hierba; pone, de mayo a junio, 4 huevos en forma de pera, color ocre, moteados y manchados con negro-acastañado y gris-ceniza; incubación, alrededor de 24 días, por uno y otro sexo; los pollos, vigilados por ambos padres, dejan el nido a las pocas horas de nacer, volando unos 25 días después; normalmente dos crías.

Alimentación: Moluscos, crustáceos e insectos de varios tipos; también gusanos y alguna materia vegetal.

Hábitat: Mares costas y estuarios.

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