Cuco Común

 

 

 

 

Cuculus canorus 32 cm.

Ningún canto de ave es tan conocido ni tan impacientemente esperado como el del Cuco Común. También es verdad que pocos son tan fáciles de recordar como el sonoro «cu-cu» que anuncia la llegada de la primavera.

Llega a nuestras tierras en marzo, cuando los árboles comienzan a cubrirse de hojas y lo ocultan; en esta primera época cantan macho y hembra, particularmente el primero.

El Cuco Común está distribuido prácticamente por todo el país. Los adultos parten hacia África, donde pasarán el invierno, una vez realizada la puesta en julio: cada huevo es abandonado entonces a su suerte en el nido de un anfitrión involuntario. Los jóvenes marchan más tarde, en agosto-septiembre, sin ser guiados por sus padres, a los que no conocieron nunca. Por otra parte, el cuco emigra de noche y aisladamente. Existe, pues, de forma cierta en este caso, un sentido innato de navegación, que permite a los jóvenes encontrar el rumbo de sus cuarteles de invierno. Se desplazan hacia el sudoeste, en un largo viaje en solitario que les lleva, tras cruzar el Sahara, hasta los bosques ecuatoriales, donde hallan por fin el refugio invernal de su especie.

 

Identificación: Cabeza y dorso gris, partes inferiores barradas; distinguible del Gavilán por su pico fino, alas puntiagudas y graduadas, cola moteada; canto característico; sexos iguales, aunque hay una rara variedad en que la hembra está coloreada de castaño y barrada por encima y debajo; los jóvenes son castaños y barrados, con manchas blancas en la cabeza.

Nidificación: Cada hembra vigila un vasto territorio, en busca de nidos en construcción, y observa el comienzo de la puesta ajena. Aprovecha el momento en que los propietarios están ausentes para poner en el nido elegido, generalmente por la tarde, mientras que aquellos ponen, en su mayoría, a primeras horas de la mañana. Con intervalos de 48 horas, el Cuco hembra pone de 12 a 13 huevos en otros tantos nidos, hurtando de cada uno un huevo para restablecer su número. Principalmente son parasitizadas las siguientes aves: carriceros, Acentor Común, bisbitas, seguidos de chochín, petirrojo, carricerines y lavanderas.

Alimentación: Insectos, especialmente grandes orugas; también arañas, ciempiés y lombrices de tierra; los pollos comparten la dieta de las aves que parasitan, habitualmente, insectos, pero a veces semillas, como cuando los padres adoptivos son pardillos.

Hábitat: Sotos.

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