Búho Campestre

 

 

 

 

Asio flammeus

Macho 35 cm. Hembra 40 cm.

 

Como muchas rapaces, el Búho Campestre se alimenta sobre todo de topillos, esos pequeños roedores tan perjudiciales a los cultivos. Depende de tal manera de estos mamíferos para su alimentación que su abundancia refleja las variaciones de estos últimos: en el caso de que los topillos sean muy abundantes, el Búho Campestre pone más huevos y lleva a cabo dos crías.

Esta especie singular presenta el aspecto de una gruesa lechuza, con su redonda cabeza en la que apenas se distinguen las «orejas». Al contrario que su pariente, el Búho Chico, vive en terrenos despejados: marismas, praderas salitrosas, campos húmedos, landas, etc., y con frecuencia sale durante el día. Pero de nuevo se reconocen las características de su género en las paradas: al igual que los otros búhos, en la época de cría, el Búho Campestre sobrevuela su territorio describiendo grandes círculos, entrecortados de planeos más o menos bamboleantes, para después dejarse caer haciendo chascar sus alas.

En España su reproducción ha sido esporádica hasta la década de 1990, ahora hay una población estable que se reproduce sobre todo en la meseta norte castellana, con un total aproximado de mas de 300 parejas. Es una migrante regular e invernante.

 

Identificación: Plumaje leonado claro con pecho listado; manchas negras bajo las largas y redondeadas alas; sexos iguales.

Nidificación: El nido es una depresión en el suelo o entre carrizos, relleno con vegetación; puesta, en abril, generalmente de 4 a 8 huevos blancos casi esféricos; incubación, alrededor de 26 días, sólo por la hembra; los pollos alimentados por la hembra, con las presas que trae el macho, dejan el nido después de unos 15 días y vuelan unos 12 días después; a veces dos crías.

Alimentación: Principalmente topillos y otros micromamíferos; pequeñas aves; insectos.

Hábitat: Marismas y zonas palustres.

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