Satureja hortensis.- La especie, originaria de las regiones mediterráneas, se empleaba antiguamente como planta aromática, pues se creía que estimulaba la actividad sexual.

 Alzacola Rojizo

Cercotrichas galactotes

 

Inconfundible es el Alzacola Rojizo Cercotrichas galactotes. El color de su plumaje y las actitudes tan características llaman enseguida la atención del observador, aunque éste no se halle muy avezado en la identificación de las especies de nuestra avifauna. Un macho adulto tiene las partes superiores de color castaño rojizo, incluida la larga y grácil cola. Esta posee en el extremo de las rectrices unas manchas blancas que faltan en la pareja central y, en las 3 exteriores de cada lado, el blanco alcanza una notable mayor extensión. Una conspicua mancha negra o gris pizarrosa en cada extremo de las rectrices excepto en el par central, donde sólo se aprecia una ligera mancha oscura, forma como una banda subterminal oscura muy visible cuando el pájaro despliega o levanta la cola verticalmente, actitud ésta muy común. En la cabeza destaca una lista o franja superciliar blanco crema y otra más oscura que atraviesa los ojos, notándose bajo ellos un pequeño parche o mancha blanquecina, variable en extensión individualmente. Las partes inferiores son de color blanco arenoso con la garganta, el centro del vientre y las plumas infracobertoras caudales más blancuzcas que el pecho, ligeramente más oscuro, lo mismo que los flancos. Las alas son marrones o pardo oscuras. El pico es relativamente largo, muy fuerte y de color hueso oscuro con la base de la mandíbula inferior grisácea. Los largos tarsos y los pies son pardo pálido y el iris de los ojos pardo. Su tamaño es intermedio entre el de una curruca y un zorzal y hay diferencia en el tamaño entre macho y hembra. Mayor aquél, con alas más largas y quizá actitudes más vivaces.

Las hembras tienen un plumaje similar, algo más pálido, pero debido a las variaciones individuales en la coloración del de los machos no es posible dar una norma para la separación a no ser el promedio alar menor. Los jóvenes tienen las partes superiores más pálidas y arenosas, menos castañas; las plumas de la garganta y el pecho están manchadas con puntos arenosos oscuros dando una sensación de moteado muy ligero. Los flancos son notablemente más pálidos que en los adultos. Las rectrices de la cola tienen mucho menos negro en la franja subterminal.

En la Península Ibérica vive la subespecie tipo Cercotrichas galactotes galactotes de coloración muy viva, castaño rojiza, fácil de separar de la otra raza Cercotrichas galactotes syriacus, pardo grisácea en la cabeza y espalda y gris blancuzco por debajo, que vive en los Balcanes.

Se posa al descubierto, con frecuencia en el extremo de arbustos, árboles, muros, cercas, postes de la conducción eléctrica, cables, cactus, chumberas, viñas, etc., moviendo la cola lentamente arriba y abajo. Muy a menudo la mantiene vertical, abierta en abanico y mostrando muy claramente las manchas blancas y negras de las puntas de las rectrices. No pocas veces la lleva tan adelante que queda horizontal sobre su propia espalda. Cuando se posa en el suelo, permanece muy erguido y vigilante, saltando por él con tanta rapidez que más parece que corre. En días soleados permanece bastante tiempo posado al descubierto, bien en un alto posadero o en el mismo suelo, teniendo en este caso la cola abierta y bien apretada contra él. Vuela con rapidez, a baja altura y en muchos momentos sus desplazamientos recuerdan a una gigantesca mariposa.

El Alzacola Rojizo es pájaro de campo abierto, seco y árido con arbustos dispersos, prefiriendo terrenos arenosos o polvorientos donde con regularidad efectúa baños de polvo. Vive en huertos de naranjos, chumberas, olivares, viñedos, linderos con tamarindos, palmerales, zonas ligeramente arboladas y emparrados. Los terrenos esteparios del sur de Iberia con plantas densas de chumberas y adelfas le atraen especialmente, pero también zonas extensas de regadíos no precisamente desiertas. Normalmente muy manso, permite el acercamiento de personas y animales sin mostrar mucha alarma. Esta puede aumentar durante la época de la reproducción, pero de hecho las parejas se dejan observar fácilmente.

Cercotrichas galactotes canta agradablemente. Tan pronto lo hace en un tono elevado recordando sus estrofas a las de la Alondra Común, como «murmura» un suave gorjeo o conjunto de silbidos. Cuando canta fuerte lo hace de manera repetida y monótona, siendo las estrofas muy cortas, pero musicales, algunas similares a las del zorzal. Un repetido y suave ¡¡dío, dio, dio...!! es probablemente la voz más común. También un ¡¡tsii, tsii, tsii...!! fino y en algunos momentos débil como si el Alzacola perdiera la energía gradualmente. Cuando está alarmado lanza un duro y áspero ¡¡tchek, tchek, techek...!! Beven (1970) escuchó en Portugal cuando los pájaros estaban cerca del nido un lastimero, pero melodioso ¡¡tsii, tsii!! que debe referirse al descrito arriba. También un silbido como de Camachuelo Común Pyrrhula pyrrhula o de Ruiseñor Luscinia megarhynchos.

La alimentación es fundamentalmente insectívora. Además de los propios insectos, captura innumerables larvas y también arañas y lombrices de tierra. Beven enumera las hormigas, orugas, grillos cebolleros Gryllotalpa gryllotalpa y saltamontes. Estos últimos son perseguidos y cogidos con gran destreza. También buen número de mariposas diurnas y nocturnas que captura al vuelo. El Alzacola Rojizo puede cernirse con batir de alas muy rápido y cola desplegada sobre una flor, cogiendo avispas y moscas. Beven, England y Peach observaron en Portugal a los adultos alimentando a los jóvenes con escarabajos, libélulas pequeñas, orugas, moscas, saltamontes (que algunas veces habían sido previamente desprovistos de sus patas), lombrices de tierra y frutos silvestres. En el suelo captura las presas, sobre todo las lombrices de tierra, de manera similar a como lo hace el Mirlo Común Turdus merula, dando un repentino picotazo en el suelo blando.

Los territorios ocupados por una pareja durante la reproducción son de gran extensión y de hecho se les puede ver buscando alimento a una distancia hasta de 1000 metros del nido. Una zona más reducida dentro de este gran territorio, que podemos considerar como de caza, es defendida por los machos con gran energía, aunque las peleas entre ellos por el favor de una hembra son más simuladas que reales. Nada más llegar a los últimos días de abril, o en la primera semana de mayo, cada macho trata de ahuyentar a los que están próximos a él con posturas que Sage (1960) describe muy bien. Un macho se mantiene bien erguido en el suelo, con el cuello estirado y el pico en posición horizontal al suelo, mirando de frente a su rival mientras sacude constantemente la cola, que mantiene desplegada, arriba y abajo y apretándola después contra el suelo de forma que los extremos de las rectrices quedan ocultos en la arena o la tierra. Cuando eleva la cola totalmente desplegada, la va cerrando paulatinamente hasta que, dirigiéndola hacia adelante sobre la espalda, su extremo casi toca la cabeza. Mientras tanto, las alas están parcialmente abiertas y caídas, casi tocando el suelo y sacudiéndolas hacia adelante de forma que su parte inferior es mostrada a su rival. La escena que sigue, de rápido ataque simulado, incluye carreras hacia atrás y adelante en presencia del rival que se defiende un poco teóricamente con movimientos de cola y alas similares a los descritos, pero que no necesita mucha agresividad del otro para abandonar el territorio y huir. El cortejo a la hembra incluye similares actitudes, pero el pico se mantiene siempre cerrado y a menudo el macho se vuelve de espaldas a ella.

La mayoría de los alzacolas que anidan en el Sur de Iberia comienzan a establecerse en sus territorios, en los últimos días de abril o en la primera semana de mayo, pero más al Norte (Centro de España y Portugal) no ocupan sus territorios hasta casi el final del último mes. Bannerman (1954) considera que en Andalucía la más temprana fecha en la que pueden ser hallados huevos en los nidos es alrededor de la mitad de mayo, pero muchos pájaros no ponen hasta principios de junio y Stenhouse observó pollos recién emplumados que eran alimentados por los adultos, tan tarde como el 17 de agosto, pero este hecho no indicaría mucho si se tratara de crías de una puesta repetida por depredación de la primera o de parejas que efectúan normalmente dos puestas en la temporada, como sucede en Egipto o en el Irak (Jourdain, 1940, citando a Meinertzhagen y Bannerman, 1954). Balsac y Mayaud (1962) dan como seguras dos puestas por temporada en el norte de Africa. En España, Portugal y noroeste de Africa la mayor parte de las primeras puestas están completas en la segunda mitad de mayo o en la primera de junio. Beven, England y Peach (1970), encontraron el 26 de mayo en Almería un nido con 2 huevos; en otros nidos observados por ellos en el centro de Portugal (Castelo de Vide), los huevos eclosionaron en la primera semana de junio (una) y en la mitad del mismo mes (dos), mientras otros nidos próximos estaban aún construyéndose en la primera semana de junio. Hay más datos: pollos a medio emplumar el 13 de junio; huevos para eclosionar el 30 de mayo y el 7 de junio. Nidos con pollos a primeros de julio pueden ser consecuencia de primeras puestas depredadas o estropeadas por un repentino chaparrón seguido a una tormenta fuerte. Pollos volanderos a partir del 20 de julio obedecen sin duda a segundas puestas, normales en muchas parejas que anidan en el sur de Iberia.

Los nidos son construidos a poca altura del suelo en arbustos y árboles pequeños, a menudo en ramas principales cerca del tronco y con preferencia en chumberas, cactus, viñas, naranjos, olivos, palmeras, granados, tamarindos y limoneros. De seis nidos encontrados en Castelo de Vide (Portugal) por Beven, England y Peach, 4 estaban en olivos entre 1,5 y 3 metros; uno más en una viña a 60 cm. y otro en una palmera a 4 metros de altura. Existe, sin duda, cierta adaptación de este pájaro a construir sus nidos en plantas nuevas. En el pasado las chumberas eran los lugares elegidos en muchas partes. La extensión de plantaciones de naranjos en la campiña andaluza parece influir en el cambio y el Alzacola Rojizo encuentra ahora estos árboles, incluso simples plantones, como lugares muy idóneos. Ambos sexos realizan la construcción del desordenado nido, que es en realidad una acumulación bastante descuidada de hierbajos y raíces con lana en su interior, pelo y algo de plumón vegetal. A menudo el interior está sólo forrado con algo de hierba fina y no hay en él ni lana ni pelos. Es curioso que en nidos de Alzacola Rojizo de Oriente Medio se encuentra con relativa frecuencia un trozo de camisa de serpiente (Meinertzhagen, 1930). La falta de trenzado en el material hace que éste se desparrame y muy a menudo los nidos son exageradamente grandes para el tamaño del pájaro.

Los huevos son de color blanco con tendencia al verdoso o azulado, manchados con pecas o marcas de coloración variada, parda, beige, violácea, gris, formando un conjunto abigarrado que cubre toda la superficie, aunque algunos huevos están sensiblemente menos manchados que otros. Cada puesta consiste normalmente en 4 huevos, pero algunas veces 2, 3 y 5. Balsac y Mayaud (1962) para el norte de Africa dan una media normal de 4. En un recuento de puestas había 11 de 3 huevos, 77 de 4 y 5 de 5. Más al occidente (Marrakech) conocen 2 puestas de 3 huevos, 1 de 4 y 1 de 5. Jourdain, para 113 huevos colectados en diversos países, da un promedio de medidas de 22,45 x 16,43 mm. con un máximo de 26 x 16 y un mínimo de 19,5 x 15 mm. Harrison da medias de 22,2 x 16,2 mm. Geroudet estima como dimensiones medias 22x 16 mm con extremos de 19,5 a 26 x 14,3 a 18 mm. Solamente la hembra incuba y lo hace por un período de 13 días a partir de la puesta del tercer huevo. El macho acude al nido a menudo, pero solamente para cebarla. Los pollos al nacer carecen de plumón y su piel es negra. El interior de la boca tiene color amarillo anaranjado y no hay puntos oscuros en la lengua; las comisuras son blancuzcas. Ambos adultos los ceban con mucha asiduidad y si no son molestados dejan el nido a los 14-15 días. Resulta curioso comprobar que los pollos en el nido todavía sin completar su plumaje y colicortos, tienen la costumbre de elevar la cola verticalmente. Las primeras plumas de la espalda tienen tono castaño rojizo y está ya muy marcada la lista blanca sobre los ojos. A pesar de que el Alzacola se posa al descubierto continuamente, también puede permanecer oculto por un largo período y no siempre es fácil encontrar los nidos. Estos suelen estar bien protegidos por las espinas de las chumberas y adelfas y sobre todo por lo inhóspito de los lugares donde a menudo están situados.

Cercotrichas galactotes es localmente numeroso en zonas del Sur y sudeste de Iberia. Escaso o disperso en Levante, Centro y Oeste. No siempre fácil de descubrir, pasa desapercibido y se ha estudiado realmente poco. Una densidad general de parejas es difícil de estimar considerando la irregularidad en su repartición por la Península. La cuenca del Río Tajo parece señalar el límite septentrional, aunque se han visto parejas más al Norte, sin que por el momento haya evidencia de que se reproduzca. Maluquer (1971) no descarta su reproducción en el Delta del Ebro o más probablemente en zonas próximas interiores áridas y pedregosas con olivos, algarrobos y palmitos. En todo caso la cría sería muy escasa. Un ejemplar fue observado por Franch en el sur de Buda en mayo. Nidificaciones esporádicas o dispersas se producen en otros lugares de la costa catalana. Travé (1958) observó en Cubellas (sur de la provincia de Barcelona) un adulto que cebaba pollos volanderos en zona de viñedos y frutales. Más al Norte se señalan observaciones en la costa mediterránea francesa y alguna, por su fecha, puede hacer pensar en nidificación esporádica allí. En la mitad sur de Portugal el Alzacola Rojizo cría disperso y localmente es numeroso. En Castelo de Vide, Ribatejo, mientras Beven y sus compañeros observaban la construcción de un nido por uno de los adultos, otros cuatro se posaban allí cerca y ocasionalmente se acercaban a inspeccionar el nido. Esto presupone en la zona una alta densidad. Tait (1928) lo considera en Portugal como poco común. Es bien conocido en numerosas localidades como Abrantes (Ribatejo), Tavira (Algarve), pero aparentemente no va más arriba de Estarreja, al norte de Aveiro (Beira Litoral), lo que supera notablemente el límite que por el Norte constituye el río Tajo. En Andalucía es pájaro bien conocido en los viñedos, de donde le viene el nombre popular de «viñadera». Bannerman considera que el status de este pájaro en Iberia es interesante. Para él en el Sur es bastante común. Lynes comprobaba su aparición en arbustos y pinares de Sierra Nevada entre el 28 de abril y el 3 de mayo, llegando casi hasta alturas de 1800 m. Irby en cuatro años consecutivos observa su arribada a Gibraltar el 22, 28 y 29 de abril, durando la entrada varias semanas, pero llegando la mayoría desde el 1 al 5 de mayo. Witherby lo observó en España central en los últimos días de mayo. En Baleares no se ha comprobado la nidificación, pero existen observaciones en migración.

Cercotrichas galactotes galactotes se reproduce en la mitad sur de Iberia, norte de Africa, desde Marruecos hasta Egipto, Israel y sur de Siria. La subespecie galactotes syriacus ocupa el sur de los Balcanes, Asia Menor y norte de Siria. Invernan en Africa Oriental desde el Sudán hasta el nordeste del Congo, Uganda y Kenia. Su territorio allí está formado por estepa seca. Tres ejemplares de la raza galactotes han sido colectados en Senegal. Malí y Níger, pero posiblemente no todos los de esta subespecie invernen allí y hay que pensar que lo harán los de la población íbero-bereber. Resulta difícil, sin embargo, determinar los cuarteles de invernada de esta especie desde el momento en que una raza sólo ligeramente más pequeña, galactotes minor, es nativa en la zona. Galactotes galactotes es observada en el Sudán principalmente al Este de la cuenca del Nilo. Los pasos se aprecian bien en Marruecos. El 13-20 de abril se ve en Marrakech y el 15 de abril en Marruecos oriental. El paso otoñal es poco acusado y los nativos dejan de verle a finales de septiembre en todo el norte de Africa. Sólo ocasionales migrantes retrasados quedan en los primeros días de octubre.

El Alzacola Rojizo es especie muy rara en el resto de Europa. Como divagante se ha observado 9 veces en Gran Bretaña (hasta 1970) en septiembre y octubre la mayoría (sólo uno en abril), en Italia (Sicilia) y Heligoland (Alemania Occidental).